Entre las múltiples sopas que Rusia puede presumir, una de las que tiene mayor tradición y que se destaca por la facilidad de su preparación es el rassolnik, que en el periodo medieval se conocía como kalia y se preparaba incluso con caviar —por lo que estaba reservada a la élite.

Se caracteriza por llevar usualmente pepinillos, cebada perlada y carne de res o cerdo (que comúnmente se trata de riñones), y lo que le da su nombre es el rassol o salmuera, es decir el líquido salado que desprenden los pepinillos encurtidos.

Se puede agregar a este potaje todo tipo de verduras al gusto, como zanahoria, papa, tomate o cebolla para dar sabor, y no puede faltar el toque estético de las ramas de perejil. Asimismo, puede agregar la crema (ingrediente presente en toda sopa rusa) y añadirse arroz si se prefiere.

También existen variantes vegetarianas de rassolnik. Esta sopa es famosa por ser un remedio para las resacas.

El rassolnik se prepara sobre todo en Cuaresma. Un platillo similar en México, no tanto por los ingredientes como por el encurtido necesario, es la sopa de chacales, originaria del estado norteño de Chihuahua.

(Autor: Rainer Matos)

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