Para conseguir este equilibrio esencial y vital entre los humanos, la Naturaleza y el mundo de los espíritus, se requería un especialista mágico, y el chamán tomó ese papel.

El significado de la palabra «chamán» está envuelto en el misterio lingüístico y varias explicaciones han sido propuestas para declarar su origen. Una teoría es que es posiblemente derivada de un antiguo término chino para un sacerdote o monje budista. Algunos investigadores consideran la región de Siberia como la cuna del chamanismo.

 30.07.2012 Шаман Валентин Хагдаев в горах побережья Байкала. Илья Питалев/РИА Новости

Las referencias más tempranas a practicantes mágicos que podrían ser descritos como chamanes de hecho se remontan al siglo XIII.

En ese entonces los primeros viajeros occidentales penetraron Asia Central y visitaron la corte de los gobernantes mongoles. El explorador Marco Polo, por ejemplo, encontró magos que eran sanadores y que podían diagnosticar las enfermedades mediante el uso de la adivinación. Polo dice que ellos llegaban a ser poseídos por lo que él describió como «un diablo», quien luego usaba las cuerdas vocales de éstos para hablar mediante ellas.

Sin embargo, fue un explorador inglés llamado Richard Johnston en el siglo XVI quien describió primero que nadie lo que suena muy parecido a las actividades propias de los chamanes. Él relató haber presenciado a un sacerdote tribal que llevaba puestas pieles de animales y tocaba un tambor «formado como un gran cedazo» en «ritos diabólicos». Durante el ritual el percusionista cayó en un trance y fue poseído por «espíritus malignos».

En Siberia y Mongolia el chamanismo era conocido como Tengrianismo, lo cual significaba una reverencia hacia los espíritus del cielo. Éste reflejaba un sistema de creencias animista donde todo en el mundo natural estaba vivo, impregnado por una fuerza espiritual o, en términos simples, habitado por espíritus.

Más información en: https://www.bibliotecapleyades.net/cienciareal/esp_chaman_16.htm