Pensar en Rusia inevitablemente nos trae a la mente imágenes de su esplendorosa ciudad capital. Moscú es la megalopolis más septentrional de la Tierra. Su población es de 12.108.257 habitantes.
El nombre de la ciudad procede del río que la atraviesa, denominado Moscva (Moskvá; en ruso antiguo: град Москов [Grad Moskov], literalmente la ciudad del río Moskvá). La primera mención de Moscú en las crónicas se refiere al año de 1147. No obstante, la ciudad es más antigua que esa fecha. Durante las excavaciones arqueológicas en el lugar que ocupa el Kremlin se descubrieron las huellas de una fortificación antigua del siglo XI. Sin embargo, los primeros poblados en este sitio se remontan al segundo milenio antes de Cristo. Al igual que la mayoría de ciudades medievales de Europa, Moscú comenzó a crecer a partir de su fortaleza, el Kremlin. Este centro político y religioso se ubicó en una zona boscosa junto a la confluencia de los ríos Moscova y Neglinnaya. En los años de 1485-1495 se erigió un muro de ladrillos que sigue en pie hasta hoy día.
En 1812 la ocupación de Moscú por las tropas de Napoleón, la cual duro un mes y medio, acarreó innumerables calamidades a la ciudad, entre ellas, su quema casi total. El 12 de marzo de 1918, tras la Revolución de 1917, Moscú se convirtió en la capital de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia y cinco años más tarde, de la Unión Soviética. Sin embargo, el tiempo ha sido benévolo con la ciudad y en ella actualmente conviven edificaciones modernas, la mayoría en la periferia, con los edificios históricos, monumentos y parques que la caracterizan.
El centro de la vida de Moscú se encuentra en la Plaza Roja. Es una de las más grandes del mundo con una extensión de 74.831 metros cuadrados de superficie, 695 metros de largo y 130 metros de ancho. Está rodeada por las murallas del Kremlin al oeste, los almacenes GUM al este y la catedral de San Basilio al sur. Se encuentra también el Mausoleo de Lenin. A un extremo de la Plaza Roja se encuentra el Museo Histórico del Estado construido en los años 1878-1883, el más antiguo de Rusia.
Moscú es considerada una de las mayores capitales culturales del mundo. Su Teatro Bólshoi (Gran Teatro) es quizá el emblema teatral de la ciudad. También está la galería nacional de arte Tretyakóv con una importante colección de arte pre-revolucionario ruso, y el Museo de Bellas Artes Pushkin, que exhibe principalmente obras impresionistas y post impresionistas.
Historia, arte, tradición y modernidad confluyen en una de las ciudades más inmensas del mundo. Una ciudad que nunca duerme, poseedora de numerosos elementos pertenecientes al patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO y una reverberante frescura en su acontecer cotidiano. ¿Te gustaría conocerla?