Quien suela seguir los Juegos Olímpicos, sabrá que durante varios años la mascota oficial de la delegación rusa fue un animalito de grandes orejas, algo entre oso y ratón, llamado Cheburashka. Este peculiar personaje se originó en la mente del cuentista soviético Eduard Uspenski, en una historieta escrita en 1965.
Según la historia original, Cheburashka, quien vive en el bosque, termina accidentalmente en un huerto de naranjas y se queda dormido. Posteriormente, despierta en una tienda en la ciudad, sin darse cuenta de que fue empaquetado con todo y naranjas. Como sus patitas quedan entumecidas y no le responden, Cheburashka cae de la mesa del gerente de la tienda en un movimiento como de tentetieso (lo cual sería una traducción atinada de “cheburashka”, de ahí su nombre).
Cheburashka generalmente es representado junto con su amigo, el cocodrilo Guena. En el famosísimo filme animado “Guena el cocodrilo” (1969), de Román Kachánov, ambos son presentados como grandes amigos que desean terminar con la soledad de todas las personas. Esta película, al igual que Cheburashka, son muy conocidos dentro y fuera de Rusia. El personaje también es protagonista de muchas “anécdotas” y chistes rusos.
(Autor: Rainer Matos)
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