Rusia abrió el camino para la humanidad al espacio en 1961, con el vehículo de lanzamiento Vostok, dirigido por Yuri Gagarin. Desde entonces al espacio han viajado más de 500 cosmonautas de 36 países, pero el joven piloto ruso fue el primero en ver la Tierra desde el espacio.
Yuri Gagarin nació en 1934 en una pequeña localidad cerca de la ciudad de Gzhatsk (actualmente Gagarin), provincia de Smolensk (centro de Rusia). Su padre era carpintero y su madre criadora de animales. Yuri tenía dos hermanos y una hermana. “La familia en la que nací es ordinaria, no se diferencia de los millones de familias de trabajadores de nuestra patria”, escribió posteriormente el cosmonauta.
Yuri entró en el colegio en 1941 (el primer año de la Gran Guerra Patria) y al mes, la aldea donde vivía fue ocupada por las tropas alemanas. Las clases se recuperaron en 1943, cuando el Ejército soviético liberó la provincia de Smolensk. No se sabe si en aquellos tiempos el futuro cosmonauta soñaba ya con el cielo.
Al terminar el colegio, Yuri decidió obtener primero formación para ser obrero y luego continuar la educación. En una escuela técnica se formó como moldeador (profesión de la que se sintió orgulloso durante toda su vida). Fue obrero metalúrgico hasta 1954, cuando se apuntó en el aeroclub de la ciudad de Sarátov. Fue entonces cuando inició su carrera de piloto.
Toma de contacto con las alturas
En 1955 Yuri Gagarin fue llamado a realizar el servicio militar en el Ejército soviético e ingresó en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo (región de los Urales). Al ponerse el uniforme del piloto, Gagarin entendió que toda su vida iba a estar vinculada con el cielo.
En Oremburgo conoció a su futura esposa, Valentina Goriácheva. Ella estudiaba en un colegio médico y atendía en la cantina de la escuela militar de pilotos donde estudiaba Gagarin. En 1959 se casaron y tuvieron dos hijas: Yelena (1959) y Galina (1961).
A finales de 1959 el piloto de caza Yuri Gagarin solicitó el ingreso en el grupo de candidatos a cosmonauta, superó exitosamente todas las pruebas y a principios de marzo de 1960 entró en el grupo e inició los entrenamientos.
El elegido
Al principio nadie imaginaba cuál de los 20 jóvenes pilotos seleccionados para la preparación del primer vuelo cósmico abriría para la humanidad el camino a las estrellas. A medida que se perfilaban los detalles de este vuelo, se formó un grupo de seis personas que empezaron el entrenamiento con un programa diferente. Uno de los compañeros de entrenamiento de Gagarin fue Guerman Titov, el segundo cosmonauta. Todo el grupo se estaba preparando para los futuros vuelos espaciales, pero había que elegir a un único piloto para el primer vuelo de la historia.
Posteriormente en las memorias de sus contemporáneos (de eso escribe, por ejemplo, Pável Popóvich, cosmonauta que también formó parte de los seis primeros candidatos y posteriormente voló dos veces al espacio) se afirmaba que varios meses antes del vuelo ya estaba claro que sería Gagarin quien volaría. La elección del primer cosmonauta se debió a varios factores, y no solamente a los índices fisiológicos perfectos y el experto conocimiento del equipo. Un rostro que reflejaba bondad y el alma abierta de Yuri Gagarin vencieron a todos con los que trabajó el joven piloto y, según una de las numerosas leyendas que rodearon su figura después de su vuelo espacial, fue el jefe del Estado soviético de entonces, Nikita Jruschov, quien ante las fotografías de los candidatos eligió al primer cosmonauta.
Pero antes de la histórica fecha del primer vuelo de un ser humano al espacio, todos estos candidatos tuvieron que recorrer un largo camino de un año, lleno de entrenamiento en las cámaras de privación sensorial y cámaras barométricas, en las centrífugas y otros simuladores, experimento tras experimento, saltos con paracaídas tras vuelos en un Tu-104 convertido en un laboratorio volante (en este avión se simulaba el estado de ingravidez).
Los contemporáneos recuerdan que ni siquiera el diseñador jefe del proyecto espacial soviético, Serguéi Koroliov, estaba completamente seguro de que el histórico vuelo se llevase a cabo sin problemas. En aquel entonces la cosmonáutica solamente estaba en su periodo inicial. Sin embargo, el último vuelo al espacio con seres vivos —perros— había finalizado con éxito. Además, en aquella situación en la que dos potencias espaciales competían en el avance de sus experimentos, había que dar este primer paso, aunque desde luego fuera muy peligroso.
Entrada en la historia
El 12 de abril de 1961, Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio al hacerlo a bordo de la nave Vostok. Realizó un viaje alrededor del planeta de 108 minutos y volvió a la Tierra con éxito y se convirtió en un héroe para toda la humanidad.
“Miraba ora al cielo, ora a la Tierra. Se discernían claramente sierras y lagos grandes. Incluso se veían campos. La vista más hermosa fue el horizonte: una banda pintada por todos los colores del arco iris que separaba la Tierra del cielo negro bajo la luz de los rayos del Sol. Se veía el abultamiento, la redondez de la Tierra. Parecía que toda ella estuviera ceñida por una aureola color azul claro, que a través del turquesa, el azul y el morado pasara al negro” (Y. Gagarin. Camino al cosmos). Así vio la Tierra el primer ser humano en el espacio, Yuri Gagarin.
“¿Que si estoy feliz de partir al espacio? Claro que estoy feliz: en todos los tiempos y épocas para la gente fue la felicidad máxima participar en nuevos descubrimientos. Toda mi vida me parece un momento maravilloso”, dijo Gagarin poco antes del despegue.
El honor de conocer a Yuri Gagarin
Por su hazaña Gagarin fue nombrado Héroe de la Unión Soviética, y condecorado con varios galardones siendo el máximo la Orden de Lenin. Pronto gozó de una gran fama, no solamente en Rusia, sino en todo el mundo. “La misión de la paz”, como denominaron en la prensa la gira del primer cosmonauta por los continentes, duró dos años. El Gagarin realizó numerosas visitas a otros países, visitando 30 Estados en total; se reunió con miles de personas; reyes y presidentes, políticos y científicos, artistas y músicos tenían por honra estrecharle la mano. Una acogida muy cálida recibió en Cuba (posteriormente Gagarin fue nombrado presidente de la Sociedad de la Amistad Soviético-Cubana).
Los años posteriores al vuelo fueron muy intensos en la vida de Yuri Gagarin. Fue el comandante de la unidad de cosmonautas, al mismo tiempo estudiaba en la Academia Zhukovski de ingenieros de la Fuerza Aérea. Dedicó muchos esfuerzos a la preparación de los siguientes vuelos al espacio, y también siguió en contacto con la gente común y los periodistas y no dejó de visitar países extranjeros. En 1963 Gagarin fue nombrado vicedirector del Centro de Preparación de Cosmonautas.
El sueño de volver al espacio
Pero el primer hombre en volar al espacio soñaba con volver a embarcarse. Gagarin se reincorporó a los entrenamientos para vuelos aéreos en 1963, y en el verano de 1966 comenzó a preparase para el siguiente viaje al espacio. En aquellos años en la Unión Soviética estaba funcionando el Programa Lunar y Gagarin habría podido ser la persona que habría volado a la Luna. Sin embargo, antes hacía falta perfeccionar las naves Soyuz, y el primer vuelo pilotado en este vehículo cósmico se programó para el abril de 1967.
Yuri Gagarin se preparó para este vuelo como suplente, y quien finalmente voló fue Valdímir Komarov. El vuelo finalizó trágicamente con la muerte del cosmonauta. En la ceremonia solemne en memoria de Vladímir Komarov, Gagarin prometió que los cosmonautas “enseñarían a las naves Soyuz a volar”. Esta meta se logró —las naves Soyuz se siguen utilizando a día de hoy— pero ya sin Yuri Gagarin.
Yuri Gagarin falleció trágicamente el 27 de marzo de 1968 mientras realizaba unos ejercicios de entrenamiento en el avión MiG-15 junto con el aviador instructor Vladímir Serioguin. Durante el vuelo, los pilotos no informaron de ningún mal funcionamiento, pero de repente la comunicación con ellos se interrumpió y el avión se estrelló.
La comisión gubernamental creada para la investigación de las causas de la catástrofe estableció después que el avión se estrelló a las 10:31 cerca de un poblado en la región de Vladímir (unos 150 kilómetros al este de Moscú). Pero las principales conclusiones de la comisión fueron clasificadas secretas y se hicieron públicas solo por los testimonios de sus integrantes al cabo de muchos años.
Recientemente un grupo de expertos rusos presentó una nueva versión de la muerte del cosmonauta soviético. El ex aviador militar Ígor Kuznetsov, junto con sus colegas, trataron de reconstruir las circunstancias del accidente y explicar la conducta de los pilotos, utilizando modernos programas de ordenador durante los últimos nueve años. Concluyeron que al volar a una altura de 3 kilómetros, Gagarin y Serioguin descubrieron que la llave de ventilación de la cabina estaba en mal estado e intentaron bajarse, pero realizaron esta maniobra muy bruscamente y perdieron la conciencia. Luego el caza entró en barrena y cayó a tierra.
Actualmente existen varias hipótesis para explicar el desastre aparte de la versión propuesta, pero ninguna de ellas es aceptada universalmente. Existe un sinfín de teorías de la conspiración, las cuales incluyen muchas conjeturas fantásticas e improbables del accidente, hasta una historia que cuenta que los marcianos trataron de raptar a Gagarin.
Según los datos sociológicos, actualmente Yuri Gagarin es la persona más querida por los rusos. Su escalafón de popularidad entre los ciudadanos del país ha crecido de un 30% a un 35% en los últimos 10 años.
El nombre de Gagarin lo lleva la ciudad cerca de la cual nació el primer cosmonauta, un cráter en la cara oscura de la Luna y un asteroide, así como un buque de investigación, el centro del entrenamiento de cosmonautas en la Ciudad de las Estrellas y un sinfín de calles, plazas y escuelas en toda Rusia. Por decisión de la Federación Aeronáutica Internacional, el 12 de abril es el Día Mundial de la Aviación y la Astronáutica.